Nuestro modelo de Atención Integral evidencia el trabajo secuencial en cada una de las dimensiones del ser humano. Lo anterior nos posibilita formar integralmente a nuestras niñas y adolescentes mediante hábitos de autocuidado, prácticas de normas de urbanidad, educación formal, innovadora y de calidad, acompañamiento psicosicial, formación espiritual, orientación vocacional y proyecto de vida.